Vivienda unifamiliar en el ‘Cortijo Grande’ de Turre

Turre, 2010

Cliente: Michael John

Redacción de Proyecto y Dirección de obra

El proyecto mantiene el perímetro edificado actual, no se aumenta la superficie construida, ganando únicamente espacio exterior en forma de terrazas, al transformar las cubiertas inclinadas en cubiertas planas.

El proyecto se entiende como la sucesión de espacios abiertos, que se yuxtaponen formando un espacio continuo y diáfano, tamizado a través de elementos que actúan como filtros, y enriquecido a través de cambios de nivel en techo y suelo según el uso previsto, así como de una selección muy cuidada de los revestimientos y materiales. Los espacios de ambas plantas se unen entre ellos de la misma manera, sin puertas ni cerramientos, entendiéndose como un solo espacio continuo y no como dos plantas independientes.

El programa funcional ha sido establecido por el cliente. Los distintos usos se distribuyen por el edificio en función de su importancia, ocupando aquellos usos principales las mejores ubicaciones. En la planta baja encontramos el estar, el comedor y la cocina, que junto con el recibidor conforman una planta abierta. Desde el recibidor parte la escalera que te lleva a la planta superior, este espacio se convierte en un pozo de luz. En la planta primera encontramos el estudio y el dormitorio principal, como otro espacio continuo, tamizado mediante un armario central, al fondo encontramos el baño. Se crea una gran terraza como proyección de la vivienda hacia el exterior, y se crea un solárium en la última cubierta, a la cual se accede a través de una escalera exterior.

El espacio sigue la lógica estructural existente, de manera que la estabilidad de las edificaciones colindantes no se vea perjudicada. El aspecto exterior del edificio también busca integrarse en el entorno mediante el uso del color blanco en los revestimientos verticales y el pavimento inspirado en la losa de piedra para las terrazas.